11 razones por las que sientes que no perteneces (+ qué hacer al respecto)

Es muy duro sentir que no perteneces a ningún sitio.

Puede que se sienta abrumado por sentimientos de abatimiento y aislamiento, creyendo que estás solo en este mundo.

Este sentimiento es natural, y aunque no te des cuenta, estás no en experimentar un sentimiento de desafección con el mundo.

Cuando te preguntas: "¿Adónde pertenezco?" y no consigues encontrar tu lugar ni a tu gente, es muy doloroso, pero no te rindas.

Hay formas de salir de este atolladero que pueden hacer que vuelvas a sentirte aceptado y querido.

Quizá quieras empezar por comprender las razones por las que te sientes separado y solo.

Nuestra lista de 11 puntos aclara por qué te sientes abatido y cómo puedes volver a un sentido de pertenencia .

¿Qué se siente al pertenecer?

¿Recuerdas cuando eras niño y te incluían en un grupo determinado o te elegían antes para un deporte de equipo? O piensa en cómo te sentías cuando tu familia y tu familia ampliada se reunían para celebrar una fiesta o una celebración.

Te sentías conectado a los demás de un modo que reforzaba tu autoestima y la sensación de formar parte de una tribu de personas que se preocupaban por ti.

¿Cómo te sientes cuando sabes que te quieren, que te aceptan por lo que eres y que los demás te respetan? A la mayoría nos hace sentir enraizados y seguros.

La mayoría de la gente quiere pertenecer a un grupo o comunidad, ya sea familiar, laboral o lúdica, pero incluso pertenecer a un solo individuo puede satisfacer su necesidad.

Por qué el ser humano necesita un sentimiento de pertenencia

Por supuesto, necesitas sentirte querido y conectado a los demás. ¿Cómo lo sabemos? Porque la necesidad de un sentimiento de pertenencia es compartida por todas las culturas y sociedades del mundo.

El deseo de pertenencia no se basa en el género, la cultura o la política, sino en tu identidad e incluso en tu biología.

El ser humano es social por naturaleza. En las primeras culturas, los vínculos sociales eran esenciales para la supervivencia. El grupo trabajaba unido para encontrar comida, cuidar de sus crías y protegerse de los depredadores.

Ser expulsado del grupo era una sentencia de muerte, por lo que la necesidad de pertenencia refleja la necesidad biológica de supervivencia.

Hoy en día, la gente tiene miedo a ser expulsada, pero por razones diferentes: esperan la validación de los demás y quieren disfrutar de experiencias compartidas para evitar la soledad, que conduce a la depresión e incluso a la muerte prematura.

Cuando las personas tienen relaciones humanas positivas, las familias, las comunidades y los países son mejores, y la supervivencia de la raza humana está asegurada.

Siento que no pertenezco a ningún sitio: 11 razones por las que te sientes alienado

Hay varias razones por las que puede sentirse alejado de la sociedad, de su familia, de sus conocidos o de su pareja.

Estas razones pueden estar relacionadas con problemas de salud mental o física y con cuestiones sociales, laborales o familiares. Eche un vistazo a las siguientes causas posibles para ver si encuentra alguna que se ajuste a su situación.

1. Problemas de salud mental

Los trastornos mentales como la ansiedad, la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo pueden hacer que te sientas desconectado del mundo que te rodea. Por supuesto, tienes poco control sobre estos problemas, pero aun así te sientes "otro" como resultado.

La ansiedad social, que provoca un miedo extremo en los entornos sociales, puede hacer que la persona que la padece sienta que puede ser juzgada o criticada por los demás, por lo que se aísla y evita las interacciones sociales.

Afortunadamente, los problemas de salud mental pueden tratarse con terapia y medicación. Con el tiempo, puede sentirse seguro desarrollando conexiones sociales para construir un sentido de pertenencia.

2. Confusión sobre su identidad sexual

Si aún no sabes cuál es tu orientación sexual, puede parecer que no encajas en ningún sitio. No te identificas con un estilo de vida heteronormativo, pero tampoco sabes exactamente quién eres o qué quieres en una relación sexual.

Esta confusión se hace más profunda si no tienes libertad para explorar o vives en un entorno en el que los demás podrían avergonzarte o rechazarte.

3. Experimentar una crisis existencial

Con todo lo que está ocurriendo en este mundo desordenado, no es de extrañar que muchas personas sientan que la vida no tiene sentido. Puede que descubras que todos los viejos sistemas y marcos culturales que una vez te guiaron ahora ya no son relevantes.

Una crisis existencial te hace sentir separado y solo. Te han arrancado el peldaño de debajo de ti y te tambaleas sin sentido de la orientación.

Puede que tus amigos y familiares sigan avanzando como siempre, dejándote con la sensación de que no perteneces a ellos ni a ningún sitio.

4. Sensación de impotencia

La impotencia te hace sentir que no tienes control sobre tus acciones o tu vida. Haces lo que los demás esperan de ti en tu trabajo o en tu vida familiar, pero quizá la gente ha empezado a darte por sentado. No hablas por ti mismo porque temes el rechazo o que te despidan.

La vida parece desesperada cuando no tienes control sobre tus elecciones o decisiones y temes que te echen y no te aprecien. Te sientes solo y separado incluso con la gente que te rodea porque no te valora.

5. Entornos cambiantes

Empezar de nuevo y encontrar nuevas redes sociales puede hacer que te sientas desconectado de otras personas. Si te mudas a otra ciudad o cambias de colegio o trabajo, puedes sentirte como un extraño hasta que desarrolles nuevas relaciones.

Tendrás que esforzarte por salir ahí fuera e interactuar con gente que no conoces. Una vez que lo hagas, tu confianza mejorará y tu círculo social crecerá.

6. Sin sentido en el trabajo

La alienación en el trabajo puede no relacionarse en absoluto con tus compañeros. Puedes experimentar una desconexión por falta de sentido o propósito en tu trabajo. Cuando no te sientes satisfecho con tu trabajo, es más difícil que te sientas conectado con quienes trabajan contigo.

No siempre es posible cambiar de profesión, así que intenta encontrar una afición que te llene y únete a grupos que den sentido a tus acciones.

7. Presiones de los adolescentes

Los adolescentes son especialmente propensos a la alienación y al miedo a no pertenecer a un grupo. Durante esta fase de desarrollo de la vida, los jóvenes son muy conscientes de lo que sus compañeros piensan de ellos. Ser un solitario o estar aislado de alguna manera puede causar problemas de por vida a un adolescente.

Las principales razones por las que los adolescentes experimentan una falta de pertenencia incluyen:

  • Victimización por compañeros o acosadores;
  • Un cambio en su entorno que afecta a su zona de confort;
  • Encontrar nuevos intereses que no sean populares entre otros adolescentes;
  • Cambio de actitudes y actividades porque están madurando;
  • Ser diferente de alguna manera fuera de las normas de los compañeros.

Estas son razones perfectamente comprensibles para sentirse alienado y suelen pasar con el tiempo. El adolescente puede necesitar ayuda si hay otros síntomas como depresión, trastornos de la personalidad o fobias.

8. Valores cambiantes

Es posible que durante años hayas tenido un grupo de amigos que eran tu tribu. Te sentías unido a ellos por la escuela, los hijos o el trabajo.

Pero con el tiempo, te convertiste en una persona diferente. Tus valores cambiaron, o lo hicieron los suyos. Sea cual sea la razón, ya no sientes que sean tu gente. Te encuentras poniendo excusas para no asistir a reuniones sociales, o empiezan a dejar de invitarte.

Este tiempo intermedio puede hacerte sentir muy solo. Tu grupo de amigos está avanzando, pero no has encontrado una tribu alineada con tus valores y con quién eres ahora.

9. Alienación por parte de un progenitor o un hijo adulto

Los padres pueden desencadenar sentimientos de alienación en sus hijos al no estar lo suficientemente accesibles o presentes para fomentar un sentimiento de pertenencia.

Estar ausente la mayor parte del tiempo o no mostrar ningún interés por la vida familiar perjudica a los niños, que creen que no merecen el tiempo y la atención de sus padres.

Alienar a un niño de esta forma no es muy distinto de maltratarle física o mentalmente, lo que puede tener consecuencias nefastas.

Los hijos adultos jóvenes pueden alejarse de sus padres y crear un distanciamiento devastador para una madre o un padre cuya vida gira en torno a la familia. Si tu identidad está ligada a ser padre o madre, este rechazo te hace sentir que no perteneces a ningún sitio.

10. Ser expulsado de una comunidad religiosa

Algunas comunidades religiosas fundamentalistas o estridentes utilizan la vergüenza o la amenaza de excomunión para asegurarse de que sus miembros no se apartan del dogma religioso.

Sin embargo, es posible que con el tiempo adopte nuevas creencias o tenga valores que difieran de lo que una vez fue una red social importante para usted. Abandonar esa red puede ser traumatizante y doloroso, ya sea por elección propia o forzada.

Muchos antiguos miembros de comunidades religiosas sufren durante años con sentimientos de no pertenencia porque sus antiguos amigos religiosos eran su familia.

Es esencial desarrollar una fuerte confianza en tus valores y principios y darte cuenta de que encontrarás personas que apoyen tus creencias y respeten tu derecho a vivir como deseas.

11. Redes sociales y FOMO

La tecnología de la información ha unido a personas de todo el mundo, permitiéndoles conectarse de formas inimaginables hace sólo unas generaciones.

Sin embargo, las redes sociales se han convertido en una plataforma para la "cultura de la cancelación", en la que alguien puede avergonzar y aislar a otros, haciéndoles sentir que no pertenecen.

También ha fomentado una nueva ansiedad, el miedo a perderse algo. Al observar las vidas aparentemente fabulosas de los demás, las personas pueden sentirse profundamente desconectadas e indignas. Sin interacciones cara a cara ni comunicación, nuestro músculo social empieza a atrofiarse.

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¿Qué hacer cuando sientes que no perteneces?

Si alguna de estas razones salta a la vista como la causa de tu sentimiento de no pertenencia, es hora de actuar.

El primer paso puede suponer un esfuerzo, pero merecerá la pena. Tienes más posibilidades de que te acepten y te quieran si abordas tus sentimientos y trabajas para superarlos.

He aquí algunas cosas que le ayudarán:

  • Si tiene ansiedad social u otro trastorno mental, busca un consejero acreditado y trata el problema. No puedes avanzar si la enfermedad mental te frena.
  • Escribe tus valores, Saber lo que quieres en las relaciones es el punto de partida para encontrar a las personas que pueden ser tu tribu.
  • Sal ahí fuera Únase a reuniones o actos en los que pueda encontrar a personas que compartan sus mismos intereses y valores. Si encuentra a una persona afín, puede abrir la puerta a muchas nuevas conexiones.
  • Mostrar interés en los sentimientos y actividades de los demás. Si se abren a ti, escucha con atención y haz preguntas que demuestren tu interés. Te sorprenderá lo rápido que esto abre a la gente a aceptarte.
  • Cuando no estás de acuerdo con alguien, no significa que tengas que cambiar. Puedes respetar tus creencias y límites sin que los demás te rechacen. Si lo hacen, no son tu gente. Sé fiel a ti mismo y tu gente se sentirá atraída por ti.

¿Qué decir a alguien que siente que no pertenece?

Cuando se ve a alguien en apuros, es natural querer ayudar. Ayudar a los demás a sentir que pertenecen a algo mejora el grupo o la comunidad en aras de un bien mayor.

Puede que te preguntes qué puedes hacer para que esa persona se sienta mejor. A continuación te ofrecemos algunas ideas que pueden ayudarte. Puede que no todas sean aplicables a todas las situaciones, pero una o dos sí lo serán:

  • Haz saber a la persona que la aceptas tal como son, y no tienen que cambiar su personalidad o carácter para agradar a los demás.
  • Recuérdales que sean abiertos Inclúyalos en su agenda social tan a menudo como pueda para que sientan que se preocupa por ellos y por su bienestar.
  • Si parecen deprimidos o profundamente angustiado, hazle saber con delicadeza lo que estás observando y ofrécete a ayudarle a encontrar una persona de apoyo.
  • Señala que sentirse alienado en determinados momentos de su vida es más común de lo que puedan pensar. Pasará, sobre todo si se esfuerzan por encontrar su grupo.

Si sigues preguntándote: "¿Por qué siempre siento que no pertenezco al grupo?", puede que sea el momento de pedir ayuda a un entrenador personal o a un consejero para conocer mejor tu situación concreta.

Puede que le lleve algún tiempo, pero no ceje en su empeño. Encontrará a su gente y sentirá ese sentimiento de pertenencia que tanto ansía.

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