11 señales de mala comunicación (con ejemplos)

La autorreflexión desempeña un papel resolución de problemas .

Un examen de tus pensamientos y comportamiento podría revelar si estás contribuyendo o no a tus problemas.

En caso de dificultades de comunicación, puede preguntarse por qué sus conversaciones no producen los resultados deseados.

Puede que te sientas desoído o incomprendido.

Quizás las discusiones empiezan cuando no tenías intención de causante del conflicto .

Si las malas habilidades comunicativas están saboteando tu vida, identificar tus errores te ayudará a adoptar mejores estrategias de comunicación.

¿Qué es un mal comunicador?

Las personas con escasas habilidades comunicativas pueden tener dificultades por muchas razones, como el miedo al conflicto, la impaciencia o el hecho de haber sido educadas por personas con hábitos comunicativos débiles.

Sea cual sea el origen de las disfunciones, ciertos comportamientos indican una comunicación débil.

Dado que el éxito de la comunicación durante un conflicto es tan vital, los investigadores universitarios analizaron el impacto de los malos patrones de comunicación en las relaciones. Las formas más destructivas de comunicación contienen:

  • Desprecio
  • Crítica
  • Defensividad

Cuando las personas muestran estos comportamientos, hacen que la resolución de conflictos sea casi imposible. Suelen empeorar el problema al reducir las posibilidades de una conversación productiva.

Estos patrones hieren los sentimientos de la gente y no permiten a ninguna de las partes abordar el meollo del problema.

Ejemplos de habilidades de comunicación deficientes

El escritor especializado en negocios y comunicación Preston Ni, autor de las publicaciones "How to Communicate Effectively and Handle Difficult People" y "How to Successfully Handle Passive-Aggressive People", ofrece muchos ejemplos de comunicación perjudicial.

Declaraciones de sus libros ilustran cómo el desprecio, la crítica y la actitud defensiva envenenan las conversaciones.

Ejemplo 1: "Nunca sabes lo que haces". Una afirmación así demuestra desprecio al atacar la competencia de una persona en todas las situaciones.

Ejemplo 2: "Esta afirmación critica a una persona que puede estar buscando compasión y ayuda.

Ejemplo 3: "Una afirmación defensiva de este tipo convierte la comunicación en una discusión sobre los hechos y no sobre los resultados.

11 señales de que a alguien se le da mal comunicarse

Si estás mostrando algún signo de mala comunicación en una relación, entonces tienes margen de mejora.

Si aprende a comunicarse de forma más reflexiva, se ahorrará discusiones y fortalecerá sus relaciones.

1. No prestas atención a la persona que te habla.

Comunicas desinterés cuando te dejas distraer por el teléfono, la televisión u otras personas.

Los buenos comunicadores dejan a un lado sus teléfonos y desconectan otras distracciones para poder prestar atención al orador.

2. Utilizas enunciados universales.

Una afirmación universal describe decir algo que parece que se aplica en todo momento a la persona. "Nunca haces lo que te pido" es una afirmación universal.

Este tipo de lenguaje arrollador etiqueta a alguien con un rasgo absoluto. En realidad, la persona puede cumplir con las peticiones ocasionalmente. El resultado es que la persona se siente incapaz de recibir crédito por cualquier buena acción.

3. Asumes que sabes lo que la otra persona quiere decir.

Este hábito es hostil para una relación positiva. Puedes proyectar una conclusión basada en tus sentimientos en lugar de en lo que alguien realmente pretendía.

Hacer suposiciones bloquea tu capacidad para considerar la explicación de una persona. Te costará mucho llegar a comprender cuando te cierras a nueva información.

4. Sueles interrumpir a la gente.

Este mal patrón podría estar relacionado con las suposiciones, ya que puedes dar por sentado que sabes lo que alguien quiere decir y saltarte la larga explicación.

Si no es eso lo que te motiva a interrumpir, probablemente no sepas escuchar.

Te centras demasiado en lo que quieres decir y no esperas tu turno para hablar. Cuando interrumpes demasiado a la gente, aprenden a dejar de hablarte porque no les escuchas.

5. No estás dispuesto a comprometerte.

Una buena parte de la comunicación implica llegar a compromisos. El tema puede ser menor, como dónde pedir la cena, pero sigues sin querer ceder.

Todo el mundo tiene ocasiones en las que no puede llegar a un acuerdo, pero las relaciones dependen del equilibrio entre las necesidades de ambas personas.

Para superar tu actitud rígida, piensa por qué estás tan apegado a salirte con la tuya en una situación concreta. ¿Merece realmente el asunto tu compromiso inquebrantable?

6. No haces buenas preguntas.

Puede que sepa escuchar y que le resulte agradable relacionarse con los demás. Sin embargo, su comunicación con los demás se queda corta porque no hace preguntas para aumentar su comprensión.

Los buenos comunicadores van más allá de preguntas comunes como "¿Cómo estás?".

Para sacar el máximo partido de las conversaciones, hay que sondear para obtener más información. Preguntas abiertas como "¿A qué retos se enfrenta?" invitan a la persona a proporcionar más información sobre sus pensamientos, sentimientos y experiencias.

Si cree que su comprensión de una situación es superficial, no abandone la conversación. Siga haciendo preguntas. Sus experiencias comunicativas difíciles en el pasado pueden ser el resultado de precipitarse.

7. Te gusta jugar la carta del "whataboutism".

El whataboutismo es una técnica defensiva destinada a desviar quejas, acusaciones o demandas de acción.

Por ejemplo, si tu compañero te dice: "¿Por qué no has fregado los platos?", tú le respondes: "¿Y pasar la aspiradora al coche? Dijiste que pasarías la aspiradora al coche".

Cuando haces esto, te estás negando a asumir responsabilidades. Esta negativa es un movimiento tóxico porque torpedea cualquier posibilidad de una conversación positiva sobre el tema original.

8. Pides permiso cuando no debes.

La comunicación ineficaz está llena de frases como "¿Le parecería bien que...?" o "¿Le importaría que hiciera...?".

Estas frases te abocan al fracaso porque dan a la otra persona la oportunidad de decirte que no. El resultado es una comunicación deficiente porque no has conseguido lo que querías.

Intenta reforzar tu capacidad de comunicación expresando tus deseos y explicando por qué te importan.

9. Te centras en la persona y no en el problema.

Una conversación suele tener un tema, como dónde quieres ir de vacaciones o quién debe llevar a los niños al entrenamiento de fútbol.

Si no te gusta lo que alguien te propone, intenta dejar de atacar a esa persona. Un objetivo u opinión no representa toda la personalidad o valía de esa persona.

Cuando te centras en la persona, puedes caer en la crítica injusta. Para mejorar la comunicación, debes considerar el tema sin juzgar a la persona en su conjunto.

10. Desprecias los sentimientos de los demás.

Tu mala comunicación a veces puede molestar a la gente. Puedes suponer que alguien apreciará tu broma, pero cuando esa persona intenta explicarte que fuiste grosero, tú intentas cerrar la conversación diciendo: "Oh, vamos, ¿no sabes aceptar una broma?".

Esta táctica invalida los sentimientos de una persona y destruye de hecho la conexión con los demás.

Vas más allá de no ser receptivo a la conversación. Te niegas a aceptar la premisa de la conversación como real.

Nunca desestimes los sentimientos de nadie porque tú no puedes determinar la realidad de las emociones de los demás.

11. Crees que la gente debería saber lo que quieres.

Las relaciones pueden deteriorarse hasta convertirse en sentimientos heridos y necesidades insatisfechas cuando las personas se niegan a decir lo que les preocupa o lo que quieren.

Puede que estés ocultando la información porque anhelas que la otra persona reconozca tu angustia. Por desgracia, la gente no puede leer la mente. Podrías ahorrarte muchas dificultades expresando tu queja con claridad.

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¿Cómo tratar a un mal comunicador?

Quizá no puedas cambiar a las personas, pero puedes ayudarlas. Cuando te sientas frustrado por un mal comunicador, puedes apoyarte en algunas técnicas para superar una conversación difícil.

No todos los comunicadores inferiores son iguales. Algunos evitan la conversación. Para ayudar a las personas herméticas, puedes:

  • Respeta su tiempo y sus emociones.
  • Explique con precisión lo que necesita saber o desea.
  • Haz preguntas para obtener más información.
  • Escribe una nota porque algunas personas asimilan mejor la comunicación escrita que las palabras habladas.

Para los malos comunicadores propensos a ponerse a la defensiva, a los arrebatos emocionales o a las interrupciones, es necesario:

  • Haga valer educadamente su derecho a hablar.
  • Vuelva a centrar la conversación en el tema.
  • Solicite con calma la atención de la persona.
  • Explique la importancia del tema.
  • Haz hincapié en que no estás atacando a la persona.
  • Pida que se centren en las soluciones.

Responder en lugar de reaccionar

Tu reacción emocional puede hacer que alguien desista de intentar transmitir algo importante.

Demasiado de lo que sale de nuestra boca es una reacción instantánea. Una mejor comunicación requiere estrategia y expectativas razonables.

La comunicación sigue una fórmula que consiste en escuchar, pensar y luego responder. Cualquier fallo en este sistema puede herir susceptibilidades y dificultar la búsqueda de soluciones. De ahora en adelante, vigile lo que dice.

Cada vez que te sorprendas a ti mismo utilizando técnicas de comunicación deficientes, opta por buscar la comprensión aceptando las emociones de los demás y mostrando auténtica curiosidad por lo que tienen que compartir.

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