- 17 señales de que no le importas a tu familia
- ¿Por qué mi familia no me quiere y no se preocupa por mí?
- Qué hacer cuando tu familia no te apoya ni parece importarle
- ¿Cómo saber si un familiar no se preocupa por ti?
- ¿Cómo saber si le caes mal a tu familia?
- ¿Cómo saber si tus padres no se preocupan por ti?
- ¿Cuáles son los signos de una familia tóxica?
La vida puede ser insoportable cuando tu familia no te apoya.
El rechazo puede devorar tu autoestima.
El pensamiento recurrente de mi familia no se preocupa por mí pueden estar rondando por tu cabeza, lo que es terrible para tu salud mental.
A veces, son dolores de crecimiento.
Por ejemplo, los adolescentes de todas las épocas se han enfrentado a sus padres.
Otras veces, cruza una línea y entra en el terreno de la abuso emocional .
Así que hoy vamos a ver los signos de que tu la familia no encaja bien y qué hacer al respecto.
¿Cuáles son los señales de que tu familia te odia?
Puede depender de su gente.
Sin embargo, hemos elaborado esta lista de 17 posibilidades extraídas de las principales investigaciones.
17 señales de que no le importas a tu familia
1. Se ignoran sus necesidades
La gente suele ignorar a la gente que no le importa.
Pero cuando tus padres te ignoran, te hacen mucho daño.
Sin embargo, no hay que confundir los periodos ajetreados de la vida de las personas con ser ignoradas.
Si tienes dudas sobre el afecto que te profesa tu familia, cuéntales cómo te sientes. Su reacción te servirá de buen barómetro.
¿O te llenan de amor y te explican que están pasando por un mal momento?
Si es lo primero, es probable que sus preocupaciones sean válidas.
Todo el mundo pasa por malas rachas, especialmente los padres.
2. Menospreciarte es habitual
¿Tus familiares te menosprecian constantemente? ¿Tiran tus alegrías al suelo y las pisotean? Cuando la gente no te quiere, hacen todo lo posible para que te sientas desgraciado. Se excitan menospreciándote.
Dicho esto, algunas personas bromean burlándose de los demás, así que intenta no ser hipersensible. Burlarse de vez en cuando está bien, incluso hay quien dice que forma el carácter. Sin embargo, avergonzar de forma maliciosa y generalizada es tóxico.
3. Las promesas se incumplen con frecuencia
¿Sus familiares incumplen constantemente sus promesas y compromisos con usted? Podría ser una señal de que se centran en sí mismos. Al fin y al cabo, la gente tiende a no preocuparse cuando se olvidan de hacer favores a gente a la que no quieren.
Pero, una vez más, no saques conclusiones precipitadas por unos pocos incidentes. A veces, la vida se interpone legítimamente en el camino. Lo más amable es dar un respiro a la gente. Si se convierte en un patrón, tienes todo el derecho a ofenderte.
4. Son demasiado críticos
Te pones un conjunto y te dicen que te queda fatal. O quizá siempre te están molestando por tu peso o tus granos o por cómo masticas la comida.
Lo más frustrante es que te echan en cara los defectos que ellos también tienen.
Si tu familia te critica de forma obsesiva, quizá sea hora de buscar otra. Si te sientes atrevido, habla con ellos para que contengan sus púas. Quién sabe, quizá descubras que estás malinterpretando sus señales.
Pero si se muestran despectivos, puede que haya llegado el momento de dejar de preocuparse por lo que piensan.
5. Reírse de ti es un ritual
¿Te llaman constantemente la "oveja negra" de la familia a pesar de saber que te molesta? ¿Te cargan siempre con tareas y responsabilidades que nadie más quiere hacer? ¿Y el respeto mutuo?
¿Esperan ser tratados como reyes pero te tratan mal? Todas estas son señales ominosas.
Mereces decencia y respeto, como todo el mundo.
6. Nunca reconocen tus logros
Ignorar los logros es otra táctica de los familiares indiferentes. Aunque las personas que se entregan a este comportamiento nunca pueden admitirlo, su desinterés despectivo suele tener su origen en los celos.
No celebran tus logros porque los envidien.
7. Violan sistemáticamente su intimidad
Lo suyo es suyo y lo tuyo es suyo. ¿Te suena? La gente que te trata así no te respeta. Sí, compartir es cuidar y todo eso.
Pero no está bien hurgar constantemente en tus pertenencias y hacer caso omiso de tu intimidad.
Sin embargo, este es otro punto con algunas salvedades. Si eres adolescente y tus padres están preocupados por ti, es posible que revisen tus cosas para encontrar pistas sobre tu comportamiento o por qué actúas de forma súper huraña.
Sí, es injusto y molesto, pero también es lo contrario de indiferente. En última instancia, es un acto de amor.
8. Rara vez te hablan
¿Saben algo de tu vida, o tú de la suya?
Si no es así, es otra señal de que puede que no les importes mucho. Sin embargo, intenta no confundir introversión con desinterés.
Además, algunas personas neurodivergentes o bipolares pueden tener estilos de comunicación diferentes.
9. No les interesa saber nada de ti
Duele que a la gente no le importe lo más mínimo quién eres, y puede ser atroz cuando esas personas son miembros de tu familia.
Vivimos en la era digital, y hay un millón y dos de maneras de mantenerse en contacto con sus seres queridos - incluso si usted está más ocupado que una abeja.
Las familias que no hacen ningún esfuerzo por comunicarse con usted o conocer sus entresijos emocionales no merecen su esfuerzo.
No concentres energía en sus actitudes poco entusiastas y desinteresadas. En lugar de eso, canalízala hacia algo que te guste.
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10. Desestiman tus sentimientos
A las personas que no te dan importancia tampoco les importan tus sentimientos. A menudo, ni siquiera los tienen en cuenta. Sin embargo, esta peculiaridad también puede darse en personas demasiado estoicas.
Como les enseñaron a no mostrar nunca sus emociones, se sienten incómodos cuando los demás muestran las suyas. Así que, antes de sacar conclusiones precipitadas, reflexiona sobre la causa de su actitud despectiva. Al fin y al cabo, las personas estoicas no son malas; sólo tienen un enfoque diferente de la vida.
11. Llamarte "dramático" o "llamar la atención"
Que te tachen de "llamar la atención" o de "dramático" por existir es enloquecedor, y las personas que te lanzan estas críticas no merecen tu tiempo.
Si los miembros de tu familia te hacen esto regularmente, empieza a crear un círculo de amigos que te comprendan.
Dicho esto, si eres una auténtica reina del drama y la gente se burla cariñosamente de ti por ello, únete a la diversión. La capacidad de reírse de uno mismo es un rasgo excelente.
12. Te dan luz de gas
El gaslighting es una técnica manipuladora que hace que la gente cuestione la realidad. Por ejemplo, una pareja maltratadora puede pegarte y luego negar que haya ocurrido.
El gaslighting es francamente cruel, y los familiares que intentan usarlo contigo no valen un higo. Si crees que has sido objeto de gaslighting durante mucho tiempo, es aconsejable que acudas a terapia para deshacer el daño. Confía en nosotros cuando te decimos: ¡No eres tú; son ellos!
13. Las disculpas se entregan con una cucharada de sarcasmo
Un signo de madurez es ser capaz de disculparse sinceramente. Sin duda, los más jóvenes tienen dificultades con esta habilidad. Al fin y al cabo, el cerebro humano no se desarrolla plenamente hasta pasados los 20 años.
Pero las personas que llegan a los 30 años y siguen teniendo problemas para decir "lo siento" suelen estar patológicamente ensimismadas o padecer un trastorno narcisista de la personalidad.
Si tienes familiares así, haz todo lo posible por pasar por alto sus mezquindades. Te irá mejor. Este tipo de comportamiento es digno de reírse con los ojos, y no deberías perder ni un segundo con adultos que no son capaces de presentar una simple disculpa.
14. No se le incluye en los acontecimientos familiares
¿Lo odias? cuando tu familia te excluye? Si es así, enhorabuena, ¡estás bien adaptado! Ser el bicho raro sienta fatal. Pero si tu familia siempre te hace esto, no te lo tomes como algo personal. Es duro aguantar, pero inténtalo.
A veces, la gente simplemente no se lleva bien, y el hecho de que no seas como ellos no significa que seas una mala persona. Hay un "hogar del corazón" para todo el mundo; puede que tardes un poco en encontrarlo, pero acabarás llegando.
15. Son hipercompetitivos
Tratar con personas hipercompetitivas puede ser una auténtica pesadilla, sobre todo si tu tipo de personalidad se sitúa en el lado más apacible del espectro. No sólo es agotador, sino que provoca montones de estrés y tensión.
Si tu familia se comporta así contigo, puede indicar que están más preocupados por ganarte que por estar a tu lado.
16. Mienten
Las mentiras pueden causar problemas prácticos y mucho dolor de corazón. Y aunque todo el mundo suelta mentirijillas para no herir susceptibilidades o salir del paso, las falsedades de tamaño descomunal son harina de otro costal. Si tus padres o familiares te mienten con regularidad para parecer o sentirse mejor, es probable que no se preocupen por ti como deberían.
17. Intentan controlarte
Los familiares que intentan controlarte no respetan tu autonomía. Y aunque es cierto que los padres tienen derecho a ejercer cierto control sobre sus hijos, a veces se pasan de la raya.
No es de buenos padres amenazar a los hijos con desautorizarlos o castigarlos con el silencio. Las cosas empeoran cuando otros miembros de la familia te reprenden por no seguir al pie de la letra los deseos de tus padres. Si te ocurre esto, considera la posibilidad de acudir a un orientador en el colegio, quizá puedan ayudarte.
¿Por qué mi familia no me quiere y no se preocupa por mí?
La primera frase de "Anna Karenina", de León Tolstoi, dice: "Las familias felices son todas iguales; cada familia infeliz es infeliz a su manera". Es una frase famosa porque encierra generaciones de verdad.
Cada familia disfuncional es diferente, y las razones de la falta de armonía son tan variadas como la población mundial.
Pero cuando se trata de las razones por las que las familias condenan al ostracismo a ciertos miembros, psicólogos y sociólogos han identificado algunos puntos en común.
- Eres diferente: Los medios de comunicación nos inundan con imágenes de familias felices. Nos dicen que es el ideal. Pero la realidad suele ser distinta. Se podría argumentar que las familias felices son la excepción, no la norma. A veces, las personas simplemente no encajan con sus parientes, ni siquiera con sus padres y hermanos. Lo importante es entender que no eres defectuoso; simplemente eres distinto a ellos.
- Son narcisistas o patológicamente egocéntricos: Las personas con trastorno narcisista de la personalidad y las que están consumidas por sí mismas pueden no saber tratar a los demás como es debido. Esperan que la gente las trate de forma impecable, pero no les devuelven el favor.
- Tienen modelos de conducta terribles: No es una regla rígida, pero las personas con modelos de conducta terribles suelen tener resultados terribles.
- Hay problemas de abuso de sustancias: La adicción es una bestia, y las personas que sufren bajo sus garras e influencia pueden comportarse de forma atroz.
- Son superficiales y obsesionados con el estatus: Las personas superficiales y obsesionadas con el estatus valoran las cosas por encima de las personas. Como resultado, pueden descartar a las personas que no les son materialmente útiles. Pueden ver a los miembros de la familia como un lastre y tratarlos mal.
Qué hacer cuando tu familia no te apoya ni parece importarle
Ya ha comprobado que usted y su familia no encajan como la mano en el guante. ¿Y ahora qué?
Buscar terapia
Para muchas personas, la terapia es un viaje maravilloso y útil. Miles de personas han superado circunstancias difíciles gracias a la ayuda de un consejero. Si su situación familiar es insostenible, considere la posibilidad de ver a alguien.
Si tu seguro no cubre los servicios psicológicos, busca opciones en la sanidad pública. O prueba la terapia online, que suele costar menos que las visitas en persona. Si eres estudiante, acude al orientador escolar.
Aceptar la situación
Antes de que puedas pasar saludablemente a una vida llena de gente a la que quieres y que te quiere, es esencial que aceptes la realidad de tu dinámica familiar.
Saltarse este paso puede acarrear una serie de complicaciones en el futuro, desde problemas de adicción hasta depresión grave.
Crea tu propia familia
Una vez que has aceptado tu mala suerte en lo que respecta a la familia, es hora de tomar las riendas de tu vida y formar tu propia familia. ¿Cómo hacerlo?
Sé amable, compasivo y honesto. Únete a grupos que giren en torno a tus intereses o utiliza plataformas como meetup.com. Puede que te lleve algún tiempo, pero al final encontrarás tu nicho.
Hacer un ritual de separación
Puede que a algunos les suene un poco woo-woo, pero a muchas personas les funciona hacer un ritual de separación. Puedes inspirarte en observancias culturales o religiosas, o inventar las tuyas propias.
Además, los rituales son divertidos y te mereces un poco de magia en tu vida.
Cultivar el amor propio
Cuando te quieres a ti mismo, la vida es mucho más fácil de manejar. El amor propio te da confianza y compasión, tanto por ti mismo como por los demás.
Así que si no cuentas con el apoyo de tu familia, asegúrate de protegerte y nutrirte. Cultiva tu autoestima y compártela con personas seguras.
¿Cómo saber si un familiar no se preocupa por ti?
Cuando los miembros de tu familia no te tratan con respeto, es bastante obvio. Son mezquinos, distantes y no te dedican ni un ápice de ternura o preocupación. Si tienes suerte, puede que te envíen un correo electrónico de una línea el día de tu cumpleaños, con un día de retraso.
¿Cómo saber si le caes mal a tu familia?
Que la gente esté emparentada genéticamente contigo no significa que os llevéis bien. Si tu familia te critica y menosprecia constantemente, a ti, tus creencias y tus decisiones, es probable que les caigas mal.
¿Cómo saber si tus padres no se preocupan por ti?
En general, si tus padres son poco amables contigo a menudo, es probable que no sean buenos padres y no sepan cómo educar a los niños adecuadamente.
¿Cuáles son los signos de una familia tóxica?
Las familias tóxicas son mucho más comunes de lo que mucha gente cree. En concreto, las estadísticas sugieren que entre el 70% y el 80% de los estadounidenses califican a sus parientes de disfuncionales.
La incapacidad de apoyarse y quererse unos a otros suele ser el sello distintivo de los clanes tóxicos.
Aceptar que tu familia no encaja es un obstáculo difícil de superar, pero millones de personas lo han conseguido.
Con una dosis de confianza en ti mismo, fuerza y perspectiva, tú también puedes.
Recuerda: hay una familia para cada uno.
Puede que no estés emparentado con ellos por sangre o por adopción, pero te querrán, con verrugas y todo.