Las 5 etapas de una relación de pareja

"¿Vas en serio?" es una de las frases que más ansiedad provoca en el mundo de las citas.

Aunque los seres queridos bienintencionados se interesan de verdad por nuestro estado sentimental, los pasos de las citas pueden parecer más un laberinto misterioso que una progresión natural.

Si tenemos en cuenta cómo definen las citas las distintas generaciones, la situación puede resultar aún más confusa.

Aquí ayudaremos a los exploradores del mundo de las citas a dejar de pensar demasiado y empezar a comprender.

¿Cómo funcionan las citas?

En el fondo, las citas son simplemente dos personas que pasan tiempo juntas con la idea de que surja un romance.

Aunque existe una progresión natural en las citas, debes permitirte espacio para definir tus propios pasos según sea necesario.

La pandemia no sólo se cebó en los sentimientos de soledad y ansia de compañía, sino que también obligó a los que estaban en el mundo de las citas a explorar las relaciones a distancia o virtuales.

Las citas funcionan como tú quieras con nuevas influencias que nuestros padres y abuelos no tuvieron la opción de explorar.

  • MEDIOS SOCIALES: Ahora podemos conocer gente en los medios sociales, incluso cuando no estamos en un sitio de citas.
  • CONEXIONES VIRTUALES: Tradicionalmente, se supone que las citas son dos personas que van juntas a algún sitio y hacen algo. Gracias a la tecnología, podemos tener una cita con alguien al otro lado del mundo a través de Skype o Facetime y seguir manteniendo una conexión humana.
  • ENCUENTROS EN GRUPO: Los Millennials y la Generación Z son mucho más propensos a tener salidas en grupo que considerarían una "Cita en Grupo". Aunque participan más personas, sigue siendo una experiencia social para conocer a posibles parejas.
  • UNO A UNO: es cuando dos personas acuerdan hacer algo juntas, ya sea cenar y ver una película o simplemente pasar el rato jugando a videojuegos o juegos de mesa.

Más allá del concepto de cita, encontrarás fases de la cita que pueden hacer crecer la relación.

Las 5 etapas de una relación de pareja

Por muy importante que sea conocer las etapas, también debes saber que no vas a alcanzar las cinco con todas las personas con las que salgas.

Una parte de las citas consiste en conocer a los demás y establecer límites.

Las citas también nos ayudan a darnos cuenta de lo preparados que estamos para una relación o de si necesitamos más tiempo para centrarnos en el autoconocimiento y el amor propio.

Entonces, ¿cuáles son las etapas de las citas? Veamos qué puede esperar si su romance avanza.

1. Atracción y chispas

Empezamos a salir con alguien cuando sentimos una chispa o una conexión. Esta chispa puede ser una atracción puramente física o intereses compartidos.

Dado que la chispa puede surgir a través de las redes sociales, foros de Internet, aplicaciones de citas u orgánicamente, no hay una forma correcta o incorrecta de sentir la chispa.

Puede que en esta fase inicial sepas que la otra persona te gusta, pero sólo te gusta lo que conoces, que es muy limitado.

Cada mensaje de texto y cada publicación en las redes sociales hace que tus endorfinas se disparen. Puede que incluso te encuentres en sesiones de mensajes de texto o llamadas telefónicas durante toda la noche.

También es posible que tengas citas a menudo y que dejes de lado a tus amigos y aficiones porque la sensación de "novedad" es muy fuerte.

En esta fase, se recibe mucha información y es fácil que el sesgo de confirmación nuble el juicio. Como estamos cargados de hormonas del bienestar, tomamos todos los detalles que aprendemos y los ayudamos a confirmar lo que ya sabemos: ¡creemos que esa otra persona nos gusta de verdad!

2. Realidad, señales de alarma e investigación

La segunda fase de la cita da un poco más de textura y tono a la relación que se está formando.

Pasas de las mariposas y el subidón de dopamina con cada contacto, escarbas bajo la superficie de la personalidad y la apariencia. La persona con la que sales hace lo mismo contigo.

Nunca confundas la falta de "chispa" con un punto de fracaso. Es imposible mantener esa excitación durante mucho tiempo, y verás que una relación avanza hacia emociones más profundas a medida que avanzas.

Algunos momentos clave confirman que estás en esta segunda fase de las citas:

  • Tienes tu primer combate
  • Tu sesgo de confirmación desaparece y empiezas a ver banderas rojas brillantes o pequeñas molestias.
  • Tienes mucho miedo de hacerte daño.
  • Empieza a importarte si la persona está saliendo con otras personas o exclusivamente contigo.

Si "La chispa" es Citas 101, intenta pensar en esto como "Citas 201." Quieres profundizar en conversaciones y estilos de vida sin asustar a la otra persona.

Llegados a este punto, aún puedes cortar por lo sano sin demasiado riesgo emocional, pero también debes evitar sumergirte en temas como cuántos hijos quieres tener o cuál es su salario, para poder empezar a elegir el plano de tu futura casa.

En esta etapa, también deberías empezar a poner límites firmes, al igual que ellos. Podría tratarse de hablar de temas como qué significa para ti la honestidad. Por ejemplo...

  • ¿Es la omisión una mentira?
  • ¿Quieres tener acceso a las contraseñas de los demás?
  • ¿Puedes dormir al lado de esa persona y dormir bien?

Incluso cosas que parecen triviales, como si te vas a dormir con la televisión apagada o encendida, podrían repercutir en tu salud del sueño durante años.

3. Compromiso y exclusividad

En esta fase, tenéis "la charla". Decidís si queréis veros en exclusiva.

Algunas generaciones también pueden ver el compromiso de forma diferente a otras, así que esto también podría tenerse en cuenta si queréis seguir siendo fieles el uno al otro pero mantener una relación abierta.

El compromiso no es como un mojón kilométrico en una maratón que debes alcanzar en un momento determinado. Disfruta de las dos primeras fases de conocer a alguien en diferentes entornos.

Cuando estés preparado para comprometerte, te sentirás cómodo llevando a tu pareja a reuniones de trabajo, eventos familiares e incluso al funeral de un ser querido.

El compromiso es una pendiente resbaladiza, y no es fácil que ambas personas lleguen al "momento pareja" simultáneamente. Sabes que estás preparado para el compromiso en función de algunas cosas, entre ellas:

  • Aceptas a la persona como son y no tratan de "arreglarlas", ni de "arreglarte" a ti.
  • Han demostrado ser justos en los desacuerdos, respetuoso con los límites y emocionalmente abierto a sus necesidades.
  • No quieres salir con nadie más También puedes sentir celos si crees que muestran demasiado afecto a otra persona.

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4. De cerca y en persona

Este paso suele saltárselo quien se precipita en las tres primeras etapas. Cuando se produce el compromiso, simplemente estás diciendo: "Esto me gusta lo suficiente como para comprometerme contigo ahora mismo".

Durante la fase cercana y personal, también conocida como la etapa de la intimidad, aprendes todo lo que podrías haberte perdido antes.

No nos referimos sólo a la intimidad física; no estamos juzgando a nadie que haya intimado físicamente por el camino. Ésta es la intimidad en la que por fin puedes "soltarte el pelo (las extensiones)" y dejar que te vean tal y como eres.

Expones todas las partes que has ocultado o protegido, y no sólo dejarás que tu pareja las vea, sino que te sentirás cómodo haciéndolo.

Algunos ejemplos de esta etapa son:

  • Ya no te preocupa que te vean sin maquillaje o con tu ropa de ocio.
  • Sientes que puedes hablar abierta y honestamente de cualquier tema incómodo con ellos, y ellos pueden hacer lo mismo contigo.
  • Puedes mostrarte vulnerable ante los errores del pasado, las inseguridades y las partes menos atractivas de ti mismo.
  • Les confiarías a solas con tu mejor amigo.
  • Te ven "llorar feo".

En esta fase, es probable que te des cuenta de que has derribado esos muros que solían protegerte de que te hicieran daño. Podrías hablar de tus traumas o comentar fantasías íntimas que te gustaría explorar.

Aunque debes mantenerte firme en tus límites, puedes abordar abiertamente cuando sientas que tu pareja ha violado uno sin miedo.

5. Ponle un anillo

Aunque en esta fase de la relación es cuando tradicionalmente se pide matrimonio y la pareja empieza a planear su vida en común, los que no quieren casarse pueden celebrar este momento yéndose a vivir juntos o celebrando una ceremonia de compromiso.

Cuando alcanzas este nivel de compromiso, es posible que utilices palabras como "alma gemela", "mi persona" o "el amor de mi vida". Te sientes preparado para evitar frases como "mío" y "suyo" y ser un "nosotros" en el futuro inmediato.

A esta fase no se debe llegar mediante la culpa, la presión o el ultimátum. Si todavía estás en esa fase de manipulación emocional o jugando, es probable que todavía estés en el paso dos o tres.

También deberías haber superado con creces la fase de "arreglarlo" y aceptar a la persona tal y como es, al tiempo que apoyas sus objetivos y sueños para evolucionar como pareja.

¿Cuánto falta para que una cita se convierta en una relación?

Tratar de forzar una relación es tan imposible como obligar a una flor a crecer más deprisa. Cada pareja, cada relación y cada matrimonio tiene su propia línea temporal y su propio ritmo de evolución.

No debes tratar tu relación como una carrera contrarreloj o en comparación con otras parejas. Podemos explorar pautas muy generales.

  • La primera fase tendrá probablemente una duración de tres meses o menos. ya que es difícil mantener ese nivel de excitación y endorfinas durante mucho tiempo.
  • La segunda fase puede durar semanas, meses o incluso un año o más. Depende del tiempo que pasen juntos, de los obstáculos a los que se enfrenten y de las experiencias anteriores que atormenten la nueva relación.
  • La fase de compromiso tendrá lugar probablemente en un plazo de seis meses a un año. Esto supone que ambas partes desean un compromiso y trabajan juntas para conseguirlo.
  • La fase de intimidad puede coincidir con la fase de compromiso. Algunas relaciones se estancan en esta fase y se ven presionadas por el deseo de un compromiso más formal.
  • La media de tiempo que se tarda en llegar a la fase de "Ponerle el anillo" es de dos años. No dejes que la palabra "normal" signifique "mediocre". No se te ha acabado el tiempo si has pasado la barrera de los dos años pero sigues teniendo una relación sana, vibrante y respetuosa.

Ayudará a ambas partes de la cita si aclara el significado de frases como "Quiero tomarme esto con calma".

Puede que a ti te parezca que lo lento son tres meses hasta el compromiso, mientras que tu pareja podría querer decir: "Le doy a esto un buen año antes de pensar en la exclusividad".

Abrir la puerta a esa conversación también establece una gran pauta de conversaciones transparentes y resolución de conflictos en el futuro.

Reflexiones finales

Puedes investigar estadísticas y promedios todo lo que quieras, pero todo se reduce a tu felicidad y a confiar en tu instinto.

Si sigues en una relación porque te aburres, sólo quieres compañía o tienes miedo de no conocer a nadie más, ésa es la razón equivocada en cualquier etapa.

Puedes permanecer en cualquier etapa todo el tiempo que quieras, a pesar de la presión familiar o de los amigos entrometidos. Si te levantas cada día sintiéndote feliz, apreciado y apoyado, ésa es la mejor etapa de todas.

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